El mezcal obtiene su característico sabor ahumado debido a que las piñas de agave se cocinan en hornos subterráneos, a menudo revestidos con piedras volcánicas y madera.
Al igual que el champagne en Francia, el mezcal tiene una denominación de origen. Solo ciertos estados en México, como Oaxaca, Guerrero y Durango, pueden producir mezcal auténtico.
A diferencia del tequila, que solo se puede hacer con agave azul, el mezcal puede elaborarse a partir de más de 30 variedades diferentes de agave, lo que le da una amplia gama de sabores y perfiles únicos.
El mezcal tiene una larga historia de uso ceremonial y medicinal entre las culturas indígenas de México. Se cree que tiene propiedades curativas y es utilizado en rituales para conectar con los espíritus y la naturaleza.